Living labs contra el olvido, la falta de agua y el chagas

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16 de febrero de 2016

En el medio del Chaco paraguayo están los maskoy angaite en el pueblo Diez Leguas, donde viven unas 839 familias en tres localidades_ 12 de Junio, Diez Leguas-centro y Karandillas. Residen sobre una tierra riquísima, pero sobreviven por debajo de la línea de la pobreza. En sus casas de barro, bolsas, techos de paja y zinc duermen si los dejan las vinchucas que causan el mal de Chagas. En un recorrido, los habitantes de Karandillas mostraron las mejoras promovidas a través de los living labs. Cinco indígenas aprendieron a hacer los bloques para cambiar las paredes de paja de la escuela del lugar. En 12 de Junio construyeron su primer puesto de salud y Diez Leguas-centro mejoró una pieza de la escuela para doble uso. La iniciativa fue reconocida a nivel mundial por la Social Innovation in Health en Ginebra en 2015. Quinto Principio prestó máquinas para la construcción de bloques. El Centro de Tecnología Apropiada de la Universidad Católica probó la calidad de los bloques. La Universidad Autónoma de Asunción apoyó a conceptualizar la implementación del proyecto y la empresa Thema, dedicada a la construcción local de filtros de barro bacteriológicos y de vasijas de barro para la captura de agua en huertas, adiestró a 12 mujeres y un hombre que instalaron una huerta comunitaria en la escuela. Para que los más pequeños aprendan sobre Chagas, estudiantes y profesores de la carrera de Diseño de la Universidad Americana produjeron juegos sobre la enfermedad, que luego se distribuyeron en las escuelas de zonas endémicas. Son pequeñas acciones. Todavía queda mucho por hacer ahí donde la enfermedad de Chagas, la falta de agua y de acceso a servicios básicos siguen golpeando. (Última Hora, Luján Román – 16 de febrero de 2016).